The

Angelcopiers

Retratos de la comunidad transgénero de Lahore

Esparcidos por los distritos más pobres de la ciudad de Lahore, hay pequeños grupos de «Hijras». Son los descendientes culturales de los eunucos de la corte del Imperio mogol, que ahora se ganan la vida realizando ceremonias, o como mendigos, bailarines y, a veces, como prostitutas. Los retratos fotográficos de esta comunidad transgénero fueron tomados en un estudio a la luz del día en Lahore, Pakistán, desde la primavera de 2009 hasta el verano de 2011.

 

Ganda Nala

Una breve historia del agua en el Punjab

Este trabajo documenta las condiciones actuales y la historia del sistema de agua y alcantarillado de Lahore, Pakistán. En vista del aumento de las ventas de agua embotellada, es pertinente señalar la degradación de la infraestructura y el efecto que esto tiene en la vida de los pobres. Debido a la proximidad, las comunidades más pobres son las que más sufren la contaminación y la degradación ambiental.

Pakistán sufre un aumento en la demanda de agua y una capacidad reducida para suministrarla. Para agravar esto hay dos problemas adicionales; falta de actividad gubernamental e ignorancia entre la población sobre los peligros de la contaminación. Aunque no es consciente de los riesgos a largo plazo para la salud, nunca está fuera de elección que las personas trabajen en condiciones tan desagradables.

 

Joseph Colony

Una pequeña comunidad cristiana en el corazón de Pakistán

La masacre de cristianos del año pasado en Gojra, los recientes asesinatos de, Salmaan Taseer, (Gobernador del Punjab) y Shahbaz Bhatti, (Ministro de las Minorías, el único cristiano que ocupó el cargo).
en la administración actual), quienes hablaron en contra de la ley de blasfemia, y el caso de blasfemia presentado contra Aasia Bibi, ha llevado a una mayor tensión en Joseph Colony, Lahore, una pequeña colonia cristiana ubicada dentro de un complejo industrial de fundiciones y patios de chatarra . Es como si las casas mismas se separaran del distrito residencial y se escondieran en el rincón industrial más oscuro y sucio de la ciudad con la esperanza de ser ignoradas. Y, en cierto sentido, ha funcionado, ya que la autoridad de la ciudad ofrece pocos servicios a esta parte de su población, que suman unos tres mil, que viven en viviendas construidas con ladrillos en bruto. La pobreza es crónica empeorada por la opresión de la ley de blasfemia y el miedo real a la violencia sectaria.